miércoles, 26 de septiembre de 2012

Manifestando

A propósito de las manifestaciones de ayer 25S dejé caer una reflexión en twitter que generó un curioso debate en otras redes sociales. El germen venía a decir lo siguiente:
Lo que no entiendo en este #25S es la gente que se sorprende de lo que iba a venir, ¿no era obvio? ¿Elegimos algo y luego lo criticamos?

Y de ahí se sobrevino toda una presentación de hipótesis sobre las manifestaciones que me hizo reflexionar sobre la naturaleza misma de la democracia. Empecemos por considerar la tendencia política de los asistentes, ¿son estos votantes del PP? Si lo son, ¿acaso no preveían que el PP tomaría estos redoteros? Si ya Zapatero, autoproclamado paladín de los derechos, tuvo que ceder ante Alemania cambiando la constitución por la vía rápida y sin referéndum, ¿qué no iba a hacer Rajoy? Votar al Partido Popular y manifestarse ayer representa bien un desconocimiento absoluto de los más mínimos conceptos de política o bien un criterio voluble e inestable; en cualquier caso, una escasa capacidad para votar nada con sentido.

Ahora bien, está la otra hipótesis, que entre los manifestantes no hubiera votantes del PP, ante lo cual y teniendo en cuenta que el PP ganó por mayoría absoluta no podemos sino inferir que los manifestantes representan a una minoría. Siendo que hablamos del criterio de la minoría, ¿hasta qué punto hemos de escucharles? ¿Hasta qué punto son más importantes las peticiones de una minoría ruidosa con respecto a una mayoría callada? Ojo, no estoy diciendo que las minorías no tengan derecho a ser escuchadas, sino más bien lo contrario, ¿damos tal vez demasiada importancia a la mayoría? ¿Confiamos más en el criterio de una persona que mete un sobre en una urna que en el de quien sale a la calle a protestar? Tal vez estemos en esta situación precisamente porque le hemos dado voz a quien no debíamos, forzando a mentes racionales a quedar en minoría. Tal vez lo que falle es nuestro concepto de democracia.

Existe otra opción: que un sistema basado en mayorías sea todavía bueno, pero las minorías deban ocuparse en hacer ver a las mayorías cuando estas están equivocadas. Si este fuera el caso las manifestaciones como las de ayer no deberían estar enfocadas hacia el gobierno pues este es solo un mandao, sino hacia esa mayoría que lo votó: si creemos en un sistema basado en mayorías hemos de buscar cambiar la opinión de la mayoría, no la del elegido por la mayoría.

La cuestión es, ¿queremos un sistema basado en mayorías?

jueves, 13 de septiembre de 2012

El mayor avance del #iPhone5 podría estar aún gestándose

Ayer Apple se congratuló a sí misma presentando "el mejor iPhone jamás creado" (como si fueran a sacar a la venta una versión peor que las anteriores). Al hacerlo siguió con su tónica de modificar el diseño físico del teléfono cada dos versiones: iPhone 3G, nuevo diseño, iPhone 3GS, mismo diseño, iPhone 4, nuevo diseño, iPhone 4s, mismo diseño, iPhone 5, nuevo diseño... Sin embargo los cambios observables no son tan radicales como los anteriores, siendo la estética general la misma que la del iPhone 4 y 4s con una pantalla más alta, un diseño más delgado y un conector nuevo.

Muchos se habrán quedado un tanto defraudados, pero creo que tal carencia de novedades forma parte de la estrategia de Apple: cuando todo el mundo espera grandes sorpresas dan un mensaje moderado, y cuando nadie se lo espera dan la campanada con algo de lo que nadie ha hablado hasta ahora. ¿Y de qué no se está hablando? De Apple TV.

Apple lleva varios años tratando de darle un giro a su estrategia de televisión bajo demanda, la cual no termina de arrancar. Pues bien, analicemos los ingredientes:
  • El incremento de la pantalla le otorga un aspecto 16:9, el mismo que el de las televisiones de alta definición. Es de esperar que todo el vídeo creado para iPhone responda ahora a este formato.
  • El nuevo procesador A6 incrementa la capacidad para tratar gráficos, por lo que vídeo en alta definición o gráficos 3D serán pan de cada día.
  • La conexión a Internet 4G (aún no disponible en España) permite descargas pesadas con facilidad, como el streaming de vídeo de alta calidad.
  • El nuevo conector lightning es 100% digital, más fácil de utilizar (es reversible) y, previsiblemente, tiene tasas de transferencia de datos mucho mayores.
Conclusión: si Apple crea una aplicación para Apple TV uno puede simplemente conectar su iPhone 5 a la tele y boom, vídeo bajo demanda de alta calidad en cualquier lugar directamente desde Internet a tu pantalla de 40 pulgadas. Magia. Y Apple continúa la buena racha creada con la música en iTunes y empieza a hacer caja por alquilar películas.

Bonus: Es de esperar que Apple se ofrezca de intermediario a Netflix y similares, ofreciendo el iPhone 5 como plataforma de difusión a cambio de una tasa, no le perdáis ojo.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Rompiendo una lanza en pos de los rescates

Has vuelto de vacaciones y te has vuelto un capitalista redomado, ¿eh, Abraham? ¡No al rescate de peces gordos con el dinero de mis impuestos!

Bueno, bueno, haya calma y paz. No seré yo quien bendiga el malgasto de mis impuestos (que pago lo mío), pero sí quiero puntualizar cómo a veces criticamos acciones antes de analizarlas en profundidad. A pesar de que los rescates han sido en general impopulares (hecho explotado por gobernantes populistas), lo cierto es que están resultando tremendamente provechosos; pongamos como ejemplo las noticias sobre dos rescates en particular que aparecen hoy en la prensa: la aseguradora americana AIG y la aerolínea japonesa Japan Airlines.

Con el rescate los gobiernos estadounidense y japonés tuvieron que insuflar una gran cantidad de fondos públicos en ambas compañías, pero lo hicieron a un precio: hacerse con el control de la compañía. En el corto plazo esto evitó la sangría de pérdida de puestos de trabajo que una quiebra supondría junto con el efecto dominó que se propagaría contra otras empresas (por ejemplo, si JAL cae, todas las empresas de catering, mantenimiento, etc que son proveedoras se ven afectadas). Pero, mucho más importante, en el largo plazo y tras la reventa de estas empresas, el erario público ha obtenido beneficios en la transacción, concretamente 12 400 millones de dólares para el gobierno de EEUU y 4000 millones para el de Japón. Así pues, no solo el contribuyente no ha perdido dinero con la operación, sino que además lo ha ganado.

Evitar la quiebra de empresas, mantener puestos de trabajo e incrementar los fondos estatales, ¿se puede pedir más?