lunes, 22 de diciembre de 2008

Dejando atrás a más

Otra etapa que se cierra y otra despedida. Es curioso cuán rápido se desmonta todo, en apenas una tarde una habitación puede perder el toque humano que ha ido adquiriendo a lo largo de dos años. Más de dos años, en realidad, pero cuando tus vivencias están en nueve cajas y dos maletas esos detalles ya no importan.

Son muchas las personas que he conocido en este tiempo, muchos abrazos, besos y palmadas las que he repartido en la última semana. Muchas experiencias, mucha vida. Recordar todos esos momentos sería una tarea titánica y tremendamente pesada, tanto para mí escribiendo como para vosotros leyendo (no nos llevemos a engaño), igual que imposible sería nombrar a todos aquellos cuya compañía he disfrutado; aún así, y sin perjuicio de nadie, hay ciertos nombres que me gustaría destacar:
  • Jaume, compañero de piso, casero y amigo, lo mismo te pega una paliza al Worms que te da clases de mecánica. De él aprendí que a abrir dos latas y un tupper bien se le puede llamar "hacer la cena".
  • Elena y Deva, con quien compartí interesantes momentos de marujeo y que me enseñaron que el gall d'Indi no es pollo.
  • Javi y Miriam, y el grupo de MDS Jam al completo. Sin miedo a exagerar puedo decir que este año con vosotros ha sido, al menos a nivel personal, el mejor de toda mi vida.
  • José Luis y Oguz, compañeros de tantas batallas, tantas partidas de futbolín, tantas birras en El Cefe, tantos conciertos underground y tantos "venga, otro mojito y nos vamos". Para la historia quedará la épica de Los Tres Mosqueteros.
  • Ana, que aunque no ha estado conmigo en Barcelona más que un puente y de visita, la he podido sentir cerca cuando más lo necesitaba (Dios bendiga el 60x1 de Vodafone).
  • Núria, la guinda de este pastel.
  • Jordi y Xavi, compañeros de escandaleras y pañolás, instructores de sandrismo y criterioles.
  • And last but not least, Dani, guardián oculto del IIIA, paciente cuando conviene, tajante cuando hace falta.
No quisiera acabar sin dar las gracias a Barcelona, amante ingrata aunque siempre dispuesta, hervidero de actividades y de activismo. Puede parecer grotesca al ojo poco experimentado, pero como un pecio antiguo esconde miles de tesoros para aquel que los sepa buscar. Habrá otras después de ti, sí, pero como a la primera que verdaderamente quise te recordaré.

Y no olvidéis, amigos y amigas, que el mundo es demasiado grande como para no querer explorarlo, pero demasiado pequeño como para no volver a veros. Hasta la próxima.

1 comentario:

  1. Volver a empezar es duro, volver a nacer es difícil, volver es lo más fácil, pero aunque dejas una gran ciudad, te aseguro que vas a otra que tiene los mismos signos y las mismas señas.

    Deseo que todo te vaya genial y sabe dios que en el fondo te envidio, porque en estos dos años que llevo yo aquí, han pasado muchos segundos deseando llevarme a mi mismo donde tu vas, y aunque mi alma esta quemada por demasiadas luchas a vida o muerte, no descarto que cuando la incubadora me haya guardado de todos los virus, o al menos los más peligrosos, no salga otra vez a luchar en campos y ciudades que han luchado por vivir, igual que Barcelona después de su bombardeo, igual que London después de su bombardeo.

    Solo una cosa más, lo único que dejas atrás es la mochila que llevabas, la cambias por una más grande, porque a nosotros no nos dejas atrás, estamos dentro de la nueva mochila, la otra se hizo pequeña.....

    "como no sabian que era imposible.... lo consiguieron." (anónimo)

    ResponderEliminar