Pero dentro se esa dureza se adivina una belleza pétrea, un testigo de lo indómita que puede ser la madre tierra aún ante el humano más tenaz. A estas alturas ya he aprendido un dicho local que parece reflejar el carácter islandés: respeta a la naturaleza, pero no esperes que esta te respete a ti.
El aeropuerto resulta coqueto, casi de juguete, pero se nota que de construcción relativamente reciente. Tal vez por estas razones sea fácil de gestionar y se haya ganado el apelativo de mejor aeropuerto de Europa.
Reikiavik es una capital pequeña, de apenas 200 000 habitantes, lo que hace que uno tenga la impresión de estar siempre a las afueras de la ciudad. No hay grandes edificios, a excepción de una majestuosa iglesia cuya torre de 70m se ve desde casi cualquier punto de la ciudad (y que pienso visitar a continuación) y del nuevo centro de conciertos Harpa, que ya he podido ver de refilón desde el autobús.
En fin, basta de palabreos, ¡hay una ciudad ahí fuera esperando que la paseen!
Location:Bræðraborgarstígur,Reykjavik,Iceland
Islandia? en serio? te quedas por mucho? yo siempre he querido ver una aurora boreal..me muero de ganas!!
ResponderEliminarNo mucho, hasta el lunes, pero voy a aprovechar estos días al máximo :-).
ResponderEliminarNo sé si podremos ver la aurora boreal, creo empieza un poco más tarde, más hacia el invierno, pero si existe la posibilidad voy de cabeza!
Sí,la aurora boreal empieza en noviembre :(
ResponderEliminarBueno, igualmente hay muchas cosas interesantes para ver y hacer, ya veremos la aurora boreal en otro momento :-)
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