Recientemente acabo de terminar de leer Las grandes familias de Maurice Druon, uno de los mejores libros que he leído. A simple vista parece una novela sobre los devenires de las familias más poderosas del París de principios de siglo XX, las luchas, colaboraciones y tragedias por las que han de pasar... pero cuando uno rasca un poco la superficie y se adentra en la profundidad del texto descubre que los barones, gobernadores y artistas de renombre son en realidad el marco en el que se encuadra el auténtico argumento: un tratado sobre la bajeza humana.
Las grandes familias habla de muerte, enfermedad, envidia, conveniencia (mucha conveniencia), odio, venganza; habla de todo lo despreciable que puede haber en el ser humano. Y lo hace presentándolo como algo natural, innato, una realidad que forma parte del día a día de la alta sociedad parisina. Lo curioso (y lo genial) de la forma en que presenta esta decadencia es que no lo hace como una crítica, velada o no, de las altas esferas, sino que utiliza este estrato de la sociedad simplemente para ampliar el contraste entre horror y nobleza. De hecho, al mismísimo inicio de la historia, mientras se narra el nacimiento de un pequeño, se comenta que el neonato tendrá todo lo necesario para ser feliz gracias a la herencia de sus grandes familias, aunque lo que tales familias tienen para sí es apatía en el mejor de los casos y extrema infelicidad en el peor.
Uno de los mejores libros que he leído en mucho tiempo, tremendamente recomendable. Si algún día decidís leerlo o si ya lo habéis hecho os agradecería que compartierais vuestra experiencia.
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