Pero ahora llegan la chicas de Femen y el argumento parece que cambia. Para el que no conozca al colectivo, Femen es un grupo que se caracteriza por por organizar protestas para atraer la atención sobre diversas causas. Hasta aquí nada nuevo, muchos grupos hay ya. Ahora bien, si bien otros grupos se caracterizan por luchar por unos objetivos concretos (Greenpeace por el medio ambiente, Amnistía Internacional por derechos humanos, etc.), Femen no tiene ningún objetivo definido, a veces protestan contra el petróleo, a veces contra el aborto, a veces contra la industria de la moda... En lugar de definirse por una causa, Femen se define por un método de protesta: mujeres desnudas.
El tiempo decidirá si lo de Femen es una moda pasajera o han venido para quedarse, pero francamente yo espero que sea lo primero por varias razones:
- Las protestas basadas en el método y no en el objetivo son más proclives a ser usadas por las razones equivocadas, "voy a sacar las tetas al aire, armar un revuelo, quejarme de algo y decir que soy muy progre porque soy de Femen".
- Las protestas basadas en el sensacionalismo obtienen mayor notoriedad pero menor consideración, "si fuera un problema de verdad convencerían con argumentos, no sacando el culo al aire".
- Juntar en el mismo grupo protestas totalmente dispares corre el riesgo de influir unas contra otras y confundir a la población, "¿protestan por el petróleo? No les hagas caso, también protestaron por la criminalización de la prostitución"
En resumen, creo que Femen representa varios pasos atrás en la integración de las mujeres en una sociedad igualitaria, ¿qué piensas tú?
El uso del cuerpo como reclamo siempre ha sido el atajo que atrae las miradas. Recurrir a los instintos más primarios de la gente, como pueda ser el sexo o un cuerpo desnudo, convierte una noticia en epicentro, donde de otra forma hubiera pasado tan imperceptible como un microsismo.
ResponderEliminarSin embargo, las chicas de Femen, además de ser conscientes del impacto mediático que causan, tienen otro objetivo detrás de cada protesta. Su modus operandi realza su género, que como mujeres son capaces de poner patas arriba el mundo de los hombres. El eje común: reivindicar el papel de la mujer, desplazarla de ese segundo plano en el que están puestas. La prostitución, el aborto, permitir que las mujeres tomen el volante (literalmente),...en todas las protestas, la mujer es la protagonista. Aunque a veces se salgan un poco del guión como es el caso de las compañías petrolíferas rusas o la liberación de los activistas de Greenpeace.
Me parece cuestionable el que usar su cuerpo como pancarta sea efectivo a la hora de hacer un uso político del mismo como dicen ellas. Sólo hay que leer en qué se han centrado los periodistas a la hora de describir la noticia: ¿hay alguien debatiendo sobre la soberanía de la mujer para decidir sobre el aborto?
Han conseguido notoriedad, pero no sobre lo que ellas querían. Usando argumentos sólidos como portada de sus protestas diezmará sus espectadores, pero si se llega a hablar del tema, al menos serán más serios.
En cuanto a usar los cocazos para llamar la atención: es su cuerpo...¿por qué no? También lo hacen los hombres, como aquel que empezó a gritar contra la CIA delante del hospital donde operaban a Juanca. Eso sí, que no se confundan...regalar dos tetazas en una discoteca no homenajea a ninguna mujer. Pero a más de un hombre le alegrará la vista. Lástima del ideal de belleza del siglo XXI... ¿quién sabe? ¡Igual un día de estos, las chicas de FEMEN se ponen el traje con el que vinieron al mundo y ponen de moda otro ideal de belleza femenina!