martes, 2 de diciembre de 2008

Complementos podales

El otro día, tras comprarme unas nuevas zapatillas para bailar salsa, me di cuenta de lo curioso que es parte del calzado que tengo... no es que sean cosas marcianas o extravagantes, pero desde luego puedo afirmar que en pocos armarios se encontraría un despliegue como el mío. Ahí van:

De mar


Unas aletas de buceo, diseño para principiantes y adquiridas en Decathlon (no es que quiera hacer publicidad, es simplemente para que os hagáis una idea de lo que tenéis en la foto). Estas aletas son bastantes finas y ligeras aunque no demasiado resistentes, lo cual las hace ideales para bucear en verano, cuando el agua está tibia y el traje de neopreno no es necesario (y por tanto los pesos de plomos tampoco).

Estas están un poco dobladas y han perdido parte de la potencia de impulso debido a que las utilicé para bucear por la Costa Brava en noviembre del año pasado: llevaba un traje de neopreno de 5mm de espesor para protegerme de la hipotermia y 7kg de plomo en los riñones para compensar el efecto flotador del traje, todo esto representaba un equipamiento excesivo para estas aletas, que acabaron cediendo ante la presión.

De montaña


Botas de montaña de caña alta marca Quechua (también de Decathlon, qué gran proveedor). La caña cubre totalmente el tobillo con una doble función: protegerlo de torceduras en el evento de pisar alguna piedra suelta o similar y evitar que entren "cosas" a la bota, ya sean pequeñeas piedras, ramitas, hojas o incluso agua o nieve, según el terreno.

De deporte


Zapatillas de fútbol 7. Como se puede comprobar, lo más característico del calzado de esta variedad del fútbol es la suela: ni se trata de la suela lisa y de alta sujeción del futbito (o fútbol sala, según gustos nomenclaturísticos) ni se trata de la suela con grandes tacos del fútbol ordinario. Este tipo de calzado intermedio lo hace apto para diferentes tipos de terreno, desde césped sintético hasta natural pasando por el cemento puro y duro, aunque al mismo tiempo lo hace óptimo para ninguno de ellos... como todo en esta vida, versatilidad suele ir contrario a especificidad.

De fiesta


Zapatillas de baile Bloch Stealth color plata. Por una parte son unas zapatillas llamativas (el tono plateado brillante no deja indiferente a nadie), pero por otra parte están técnicamente adaptadas para la salsa. La suela, como se puede ver, es de bajo perfil y está dividida en dos partes, dejando un puente entre punta y talón que aporta movilidad al pie. Pero además, el patrón y el material de los que está hecha están específicamente diseñados para facilitar giros y otros movimientos.

Las compré durante el Spain Salsa Festival de Sant Andreu de Llavaneres en 2007, y desde entonces han bailado conmigo en Grenoble, Tokio, Barcelona y Valencia.

De entrenamiento


Zapatillas de jazz, mi última adquisición. Como se puede ver, la idea básica es similar a la de las zapatillas de baile anteriores (bajo perfil, suela partida, etc.), pero llevando ese concepto al extremo. Aquí todas las florituras son superfluas, creando una zapatilla que es casi como un guante. El exterior, hecho en piel natural, se ajusta totalmente al pie, mientras que la suela se reduce a la mínima expresión y se fabrica también con un material que facilita el deslizamiento y, por ende, los giros.

Cabe destacar que no se trata de un calzado de calle, este tipo de zapatillas debe ser utilizado solo para entrenar y siempre sobre parqué natural o similar.

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