El desayuno no nos saben tan bien como el resto de los días, apenas lo disfrutamos.
Con gran esfuerzo arrastramos nuestros cuerpos lastimeros hasta el trabajo o la escuela, con poco o ningún motivo.
El móvil suena. El teléfono suena. La gente necesita de nosotros pero cualquier cosa que no sea dormir nos provoca sueño.
Y tenemos esa curiosa sensación de que en cualquier momento podríamos caer dormidos sobre el teclado.
Feliz lunes. Y felices sueños.
Y que me decís de un buen masaje?
ResponderEliminarSalut!