jueves, 6 de noviembre de 2008

La empresa colega

En A vueltas con el idioma ya comenté el cambio de tendencia en muchas empresas del profesionalismo estirado y a veces un tanto frío a la chabacanería de la plantilla permanentemente en prácticas (menores gastos, peores resultados). El artículo de hoy trata otra nueva tendencia, aunque esta vez nacida no de un recorte presupuestario trasnochado sino de una inteligente operación de mercadotecnia (o marketing, que dirían los anglófilos). Sin embargo, el principio base sobre el que se asientan los dos es prácticamente el mismo: la rebaja de profesionalidad en la oferta en el primer caso, y la rebaja de profesionalidad en la demanda en el segundo.

Antaño las mejores empresas, las más respetadas, eran aquellas de carácter serio, hombres trajeados y maneras rudas. Daban una sensación de tenerlo todo bajo control, de poder absoluto, de mover ejércitos de operarios con solo chascar los dedos. Hoy las empresas parten con otra premisa, ya no quieren ser serias y profesionales, quieren ser próximas al cliente. Y no porque la empresa haya cambiado su filosofía (la razón de ser de toda empresa fue, es y será ganar dinero), sino porque el cliente ya no busca un proveedor que lo tenga todo bajo control, sino uno con el que sea fácil tratar. El objetivo ya no es la ausencia de problemas, sino el tratar estos de manera natural y sencilla.

Y donde más se ha visto este cambio es en el principal canal de comunicación entre empresa y cliente: Internet. Las principales páginas Web corporativas están abandonando el distante "usted" por un cariñoso tuteo. Algunas utilizan incluso expresiones coloquiales, como Google y su Calendar, que cuando consultas un evento sobre el que no se ha realizado ningún comentario te dice:
Lo sentimos, no hay nada para leer. Si estás aburrido, prueba con Google Noticias.
Pero la palma de las palmas, el premio al chascarrillo de la semana, se la lleva Hotmail y su explicación sobre la capacidad creciente de la bandeja de entrada. Hoy he ido a consultar el correo y me ha deleitado con esta perla (las cursivas son mías):
Hemos diseñado el almacenamiento de Windows Live Hotmail para que crezca a tu medida, pero a un paso razonable. Es decir, debes disponer de un montón de espacio a menos que desees almacenar el planeta Júpiter en Hotmail, en cuyo caso te enviaremos un correo electrónico precioso pidiéndote que no almacenes planetas en Windows Live Hotmail; eso sí puedes almacenar gradualmente lunas y asteroides.
Y luego mi padre se sorprende cuando le digo que me voy de copas con mi jefe, ¡ja!

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